La ecociudad navarra de Sarriguren

Una ecociudad es, según definición de Alfonso Vergara, “ una ciudad o comunidad urbana concebida con los criterios más avanzados del ecourbanismo, tales como: integración en los sistemas de transporte colectivo, movilidad sostenible, arquitectura y urbanismo bioclimáticos, diversidad de tipologías arquitectónicas para la residencia y las actividades económicas, variedad de espacios urbanos de relación, fuentes de energía renovables, construcción sana, infraestructura digital de última generación, domótica, uso de tecnologías limpias, gestión del ciclo completo del agua, tratamiento inteligente de residuos y mecanismos de impulso a la emergencia de una ecocomunidad.»

SARRIGUREN

El proyecto de la Ecociudad de Sarriguren nace en 1998 en la provincia de Navarra. En el año 2000 el proyecto recibe la catalogación como «Buena Práctica» por el Centro para los Asentamientos Humanos de las Naciones Unidas y, en 2008, obtiene el Premio Europeo de Urbanismo en la categoría de Medio Ambiente/Sostenibilidad, el máximo galardón oficial en materia de ciudades en este ámbito.

Esta ecociudad aporta espacios atractivos para vivir, trabajar, aprender y divertirse; utiliza de fuentes de energía renovables, hace una  gestión responsable y eficiente del ciclo completo del agua, el transporte es sostenible, y las infraestructuras y tecnologías empleadas son limpias y de última generación. Tiene como objetivos reducir los niveles habituales de consumo energético, de combustible, de electricidad y de agua, actuando tanto sobre la demanda, como sobre las instalaciones. Está concebida como una comunidad urbana equilibrada, con vivienda, áreas de actividad económica, equipamientos, espacios públicos, y unas infraestructuras de gran calidad y sensibles al medio ambiente.

Uno de los mecanismos esenciales que contribuyen a la calidad ambiental de Sarriguren es el sistema verde y azul, un conjunto de elementos interrelacionados que generan un entorno urbano de especial calidad ambiental, en sintonía con la naturaleza.

Las relaciones entre arquitectura y paisaje resultan esenciales en la conexión de los ecosistemas naturales y construidos, y constituyen uno de los puntos de referencia fundamentales del concepto de ecociudad. El paisaje constituye la base del proyecto y se compone de:

  • Los paisajes agrícolas, espacios libres naturalizados de transición que articulan la ecociudad con su entorno natural. Son elementos de protección paisajística que articulan la transición entre los ecosistemas naturales y las áreas construidas.
  • El  lago, uno de los espacios urbanos más representativos y atractivos de Sarriguren. Se trata de una balsa artificial adaptada a la morfología del terreno que permite regular el caudal de escorrentía. Realiza así una gestión ambiental coherente con los recursos hídricos disponibles, además de proporcionar un lugar urbano atractivo tanto para los residentes como para los visitantes.

  • Los corredores ecológicos, espacios continuos en torno a los cauces fluviales que permiten el movimiento de especies. Preservan el paisaje alrededor de cursos de agua, aportan espacios de ocio naturales y configuran elementos de conexión.
  • El sistema de parques y jardines, formado por un parque central y por diferentes secuencias de espacios, variados en su forma, cualidades y usos.
  • La  red peatonal y ciclista de Sarriguren, en conexión con su entorno.

La Gestión del Ciclo completo del agua en la Ecociudad de Sarriguren

La gestión completa del ciclo del agua y el desarrollo de sistemas para el tratamiento y reciclaje de los residuos urbanos son importantes objetivos de este proyecto. En la actualidad, las tecnologías disponibles permiten la utilización de sistemas de riego eficientes, la depuración de las aguas y su reutilización. El ahorro de agua se consigue mediante la reutilización de aguas grises y del agua de lluvia; con un tratamiento local de saneamiento; usando áreas permeables; y con zonas verdes interconectadas,es decir, empleando infraestructuras verdes, que permiten una gestión integrada del conjunto. Los puntos clave en esta gestión hídrica son:

  • Control del Consumo de agua. Las viviendas incorporan sistemas de ahorro de agua en varios elementos como duchas y cisternas. Además se emplean sistemas inteligentes de control y se realizan programas de concienciación del uso del agua.
  • Recogida y utilización de aguas pluviales mediante SUDS. La recogida y utilización de aguas pluviales puede permitir ahorros superiores a 50 litros por persona y día.
  • Depuración de las aguas residuales. Se diseña un sistema separativo de aguas grises y negras que permite la depuración de las aguas residuales urbanas.
  • Retención de las aguas de escorrentía con SUDS. Se busca la reducción de superficies impermeables, con el objetivo de disminuir las escorrentías, reponer los niveles freáticos, regular de forma natural las condiciones de temperatura y humedad del entorno, aumentar la humedad ambiente y la regulación térmica del microclima. El lago ejerce un papel singular en la gestión ambiental, regula el caudal ecológico de un cauce cercano y sirve de toma de agua para el sistema de riego.
  • Xerojardinería. Se aplican los principios básicos de la xerojardinería, seleccionado especies autóctonas adecuadas a las condiciones climáticas, buscando sistemas eficientes de riego y utilizando diversos recubrimientos superficiales que mantienen la humedad de los suelos.

 

Fuente:  “Sarriguren Ecociudad/Ecocity”, Fundación Metrópoli – Departamento de Vivienda y Ordenación del Territorio del Gobierno de Navarra.

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