El 2 de julio de 2011 un devastador aguacero cayó sobre Copenhague, causando graves inundaciones provocando cuantiosos daños y afectando a miles de daneses.

Esta catástrofe natural fue considerada como un toque de atención por los daneses quienes ya estaban preocupados desde hace años por la sostenibilidad, dado que sufren regularmente de inundaciones y padecen del efecto isla de calor en su capital. Por lo que en el año 2012 surgió el Plan Climático de Copenhague con objeto de combatir los efectos negativos del cambio climático mediante varias iniciativas para frenar el aumento del nivel de las aguas, como incrementar los espacios verdes y los patios vecinales, fomentar el uso bicicletas, disminuir el CO₂ o modificar los barrios de la ciudad con la incorporación de infraestructuras verdes.

Principales intervenciones verdes en St. Kjeld

Según palabras de Ayfer Baykal, representante de la administración técnico ambiental de Copenhague en 2012: «En el futuro habrá más lluvia, subirá el nivel del mar y el clima será más cálido. Esto presenta a Copenhague con una serie de desafíos. Debemos afrontar los retos ahora. En el barrio de Saint Kjeld´s vamos a trabajar especialmente en adaptación al cambio climático con el uso de infraestructuras azules y verdes en el espacio urbano, que hagan de Copenhague una ciudad incluso más verde y más atractiva para vivir.»

De esta manera, se lanzó un proyecto para convertir el antiguo barrio obrero de Saint Kjeld, cerca de puerto de la ciudad, en la primera zona urbana en el mundo adaptada al cambio climático.

Recreación de la plaza de St. Kjeld desde el aire.

El proyecto, diseñado por los arquitectos Flemming Rafn Thomsen y Ole Schrøder de la firma de arquitectura Tredje Natur, propone una importante transformación de las calles y plazas del barrio que incluye la presencia de vegetación, dunas verdes y ciclovías; las superficies pavimentadas se reemplazarán con zonas verdes y parques urbanos, y las aceras se modificarán para mejorar la captura de la escorrentía y facilitar la salida del exceso de agua directamente hacia el puerto.

La idea del proyecto vino de un plan maestro que reinventa los espacios urbanos como clave para la adaptación al cambio climático, convirtiéndolos en una importante herramienta para redireccionar el excedente de agua evitando las inundaciones tan recurrentes en la zona.

Recreación detalle de la plaza de St. Kjeld

Es un hecho que el clima está cambiando. Y en la ciudad de Copenhague son conscientes de ello. Las precipitaciones de los últimos años superaron la capacidad del sistema de alcantarillado existente provocando serias inundaciones. Una de las opciones barajadas para evitarlas era ampliar la red de drenaje convencional, una solución costosa que conllevaba tener a la ciudad en obras durante muchos años sin ningún beneficio añadido.

Pero se optó por otra salida al problema, modificando el barrio de Saint Kjeld para asegurar la ciudad contra las precipitaciones intensas con soluciones ecológicas a nivel de calle, se diseñaron exuberantes y bellos espacios urbanos que se llenan y transportan el agua de tormenta sin producir daños a los vecinos. Ejemplos de las soluciones propuestas son canales verdes en las calles más anchas funcionando a modo de arroyos o carriles bicis preparados para llevar la escorrentía al puerto en tiempo de lluvia (cuando no hay bicicletas circulando). Así mismo también se proponen soluciones más puntuales como jardines de lluvia o depósitos de pluviales con el objeto de almacenar agua lo que reduce la presión en el sistema de alcantarillado durante las tormentas más intensas. 

Diseño propuesto para St. Kjeld