La variedad de técnicas de drenaje urbano sostenible que existen actualmente es bastante amplia. Hay diferentes formas de catalogarlas dependiendo de varios factores, como por ejemplo de si requieren de alguna clase de construcción, si actúan donde se genera la escorrentía o aguas abajo, de cómo tratan la contaminación del agua, etc. En este post se van a tratar los principales métodos que se emplean para agrupar estas técnicas.
Medidas estructurales y no estructurales
Un primer tipo de clasificación, y la más simple de todas, común tanto según la organización CIRIA, como en la publicación del CEDEX “Gestión de las aguas pluviales. Implicaciones en el diseño de los sistemas de saneamiento y drenaje urbano” (Puertas Agudo J., Suárez López J., Anta Álvarez J.; 2008) y usada por otros muchas autores, es la que distingue las medidas entre estructurales y no estructurales. En la mayor parte de las publicaciones que encontraremos, veremos esta clasificación.
Se consideran medidas estructurales aquellas que gestionan la escorrentía mediante actuaciones que contengan algún elemento constructivo o que supongan la adopción de criterios urbanísticos “ad hoc”.
Y no estructurales las que no precisan ni una actuación directa sobre la red ni la construcción de infraestructura alguna, como la mostrada a continuación, cortesía de Susdrain, parte de una campaña de concienciación ciudadana.
Además de esta primera clasificación, la organización CIRIA diferencia dentro de las técnicas estructurales, las que son de infiltración, de filtración, medidas que usan vegetación y medidas de detención y retención.
Medidas de infiltración serían, por ejemplo, los pozos y zanjas de infiltración (en la fotografía) o los “rain garden”.
Las medidas de filtración son aquellas que filtran y retienen partículas de la escorrentía urbana. Esto se produce gracias a la presencia de capas de geotextil, de vegetación o de un suelo preparado a tal efecto. Ejemplos de estas técnicas son las áreas de biorretención y las franjas filtrantes (en la fotografía).
Las técnicas que usan vegetación, como su nombre indica son aquellas que se sirven principalmente de plantas para gestionar la calidad del agua de escorrentía. Aquí se incluyen también las áreas de biorretención, los “rain gardens”, y sobre todo los humedales como el que se ve en la fotografía.
Las medidas de detención y retención están diseñadas para almacenar las aguas de escorrentía, así que son depósitos y estanques de dimensiones considerables. Se incluyen tanto las técnicas superficiales (en la fotografía) como las subterráneas.
Medidas de control en origen y de control en vertido
Un segundo tipo de organización, también propuesta por CIRIA y CEDEX, se basa en el lugar en el que se va a implantar o aplicar el sistema de drenaje.
En este caso encontramos las técnicas de control en origen que son métodos de control que se aplican “in situ”, o sea, en el mismo lugar que se genera la escorrentía. Por eso, estas medidas suelen estar muchas veces dentro de propiedades de particulares, como las azoteas. Ejemplos de controles en origen serían los depósitos de lluvia que recogen las aguas precipitadas sobre los tejados, las cubiertas vegetadas o los pavimentos permeables.
Y también están las medidas de control en vertido o aguas abajo, son las que se aplican a elementos de la red de alcantarillado, es decir las que se emplean sobre la escorrentía una vez generada de forma previa a su vertido al medio. Muestras de control en vertido serían los estanques de retención, las cunetas verdes, los depósitos de detención o los humedales artificiales, como el de la fotografía.
Otros tipos de clasificación
Aparte de estas dos metodologías diferentes de clasificar las técnicas de drenaje urbano sostenible, existen otras que quizás no sean tan utilizadas, pero que vamos a mencionar a continuación.
La propuesta en la publicación “Stormwater Detention for Drainage, Water Quality and CSO Management” de Sthare y Urbonas, año 1990, que distingue las técnicas según sean de:
- Control y tratamiento local
- Control en entradas
- Detención o retención en el lugar
- Detención o almacenamiento en línea
- Detención fuera de línea
- Instalaciones de detención en la depuradora
Las tres primeras podrían considerarse como medidas de control en origen, y las tres últimas de control en vertido.
La recogida en varios manuales estadounidenses que divide las TDUS en dos grandes bloques, uno en el que se encuentran aquellas técnicas empleadas para el control de fuentes de contaminación, es decir, las que reducen los contaminantes en origen, que son:
- Educación pública (programas de concienciación y participación pública)
- Diseño y gestión de los usos del suelo (técnicas adecuadas de diseño, control vegetal,…)
- Gestión de residuos (programas de gestión de residuos domésticos)
- Mantenimiento de las calles y la red de drenaje (limpieza viaria y de imbornales, mantenimiento de cauces,..)
- Prevención y limpieza de vertidos (control de vertidos de vehículos y depósitos)
- Control de vertidos ilegales (vigilancia de la red de drenaje, recogida de residuos peligrosos “in situ”,….)
- Control de conexiones ilícitas (detección y eliminación de conexiones ilícitas, control de filtraciones en redes de drenaje,…)
- Utilización de aguas pluviales (riego, limpieza de exteriores)
Y un segundo bloque que contiene las técnicas empleadas para el tratamiento de las aguas pluviales de las redes de drenaje separativas.
- Estanques (húmedos, secos, …)
- Humedales
- Infiltración (zanjas, pozos y estanques de infiltración, zonas de biorretención…)
- Biofiltros vegetales (canales de césped secos y húmedos, zanjas filtrantes, zonas de biorretención)
- Filtración (filtros superficiales de arena, filtros perimetrales, filtros subterráneos, zonas de biorretención,…)
- Otros (separadores de aceites y grasas,..)
Como se ve, las técnicas de drenaje urbano sostenible se pueden categorizar desde diferentes puntos de vista. Pero que, en realidad, siguen criterios similares o guardan cierta correlación, véase la analogía entre las medidas estructurales de CIRIA y las técnicas de tratamiento de pluviales de los manuales estadounidenses. O la que hay entre los métodos no estructurales y los métodos de control en fuentes.
Además en algunas ocasiones, unas técnicas pueden estar incluidas en más de una clase. Por ejemplo las áreas de biorretención son técnicas vegetadas y de infiltración, y esto pasa también en casi cualquiera de las diferentes formas de clasificar que se han explicado.
De los todos los tipos de clasificación mostrados, el que vamos a encontrar con más frecuencia es la que divide las técnicas entre estructurales y no estructurales, posiblemente porque es muy intuitiva y la más fácil de aplicar.
Autora: Ana Abellán
Los SUDS una excelente alternativa al control de inundaciones urbanas para las ciudades de la península de Yucatán, Mexico. Me encuentro actualmente abordando dicha temática en ciudades de la península pero deseo enriquecer mi conocimiento para poder aplicarlos a la realidad de manera formal. Saludos cordiales Ana Abellán, espero conocerte algún día pues me apasiona este tema y tu eres una inspiración para ello.
EXCELENTE INFORMACIÓN.
Por azar lo encontre hace tieempo pienso en alternativas para el aprovechamiento de el agua pluvial