Hasta hace escasos años, los proyectos de drenaje urbano estaban centrados únicamente en la “cantidad” de agua de escorrentía a evacuar, sin tener en cuenta la “calidad” del agua drenada que era vertida al medio. Esto es, que los sistemas de alcantarillado estaban diseñados con el mero objetivo de evitar inundaciones, sin considerar el potencial daño ambiental intrínseco al vertido al medio de un agua de escorrentía que arrastra una cantidad considerable de carga contaminante.
Actualmente, este modelo de drenaje en el que no se tiene en cuenta la calidad de dichas aguas de escorrentía urbana, está cambiando. En publicaciones recientes de expertos, se promueve una reforma en el planeamiento urbanístico considerando unas nuevas técnicas de drenaje sostenible que gestionen de forma eficiente la calidad de las aguas de escorrentía urbana.
Un ejemplo de ese tipo de publicaciones sería el Libro Verde del Medio Ambiente Urbano (MMA), que en su apartado “4. Directrices vinculadas a la estrategia de medio ambiente urbano en el ámbito del urbanismo” hay un subapartado titulado: “4.3.2 Urbanización de bajo impacto. Reducir el sellado y la impermeabilización del suelo”, en el cual se propone lo siguiente: “…. desarrollar patrones de urbanización de bajo impacto tanto en los nuevos desarrollos como en operaciones de reurbanización, evitando el sellado masivo y la impermeabilización de suelos…” Y también encontramos otro subapartado, el “4.4.3 Vincular el desarrollo urbano al ciclo del agua en su expresión local”, en el que se propone un replanteamiento en la gestión municipal y supramunicipal del ciclo del agua, investigando y el desarrollo nuevos proyectos que supongan un nivel de autosuficiencia hídrica combinando diferentes tipos de medidas.
Otra mención especial la requiere la “Directriz 11: Captación, drenaje y gestión de aguas pluviales del estudio La sequía en España” (Comité de Expertos en Sequía del MMA, 2007), que plantea la Captación, Drenaje y Gestión de aguas pluviales como una estrategia a desarrollar desde la planificación hidrológica, proponiendo la introducción del drenaje separativo, la permeabilización de superficies urbanas y la captación de agua de lluvia en cisternas y aljibes, por normativa municipal, en todo nuevo desarrollo urbanístico, así como el fomento de estas medidas de forma descentralizadas en zonas ya urbanizadas.
Las denominadas Técnicas de Drenaje urbano Sostenible (TDUS) permiten el desarrollo de los planteamientos expuestos anteriormente, controlando tanto los volúmenes de las aguas de escorrentía urbana como su calidad. Estas técnicas de nueva implantación, están más desarrolladas en países como Reino Unido o los Estado Unidos que en España. Pero gradualmente están siendo incorporadas en nuevos proyectos de desarrollo urbanístico de nuestro país.
Autora: Ana Abellán