Esta semana se celebra el Día Mundial del Agua, fecha señalada por la ONU para “destacar la función esencial del agua y propiciar mejoras para la población mundial que sufre de problemas relacionados con el agua y para debatir cómo debemos gestionar los recursos hídricos en el futuro.”
El Día Mundial del Agua fue propuesto en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo efectuada en Río de Janeiro, Brasil del 3 al 14 de junio del año 1992. Después de la cual, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 22 de diciembre de 1992 la resolución A/RES/47/193 que declaró el 22 de marzo de cada año como Día Mundial del Agua.
Se implantó como un día para celebrar el agua, para recapacitar sobre el empleo que le damos, para hacer conciencia sobre la población mundial que sufre con su carestía y para reflexionar cómo la vamos a gestionar en el futuro. En el mundo occidental desarrollado estamos tan acostumbrados a disponer tan fácilmente del agua que, a menos que nos dediquemos a la agricultura (donde se está muy pendiente de este recurso ya que es vital para el crecimiento de los cultivos), se nos olvida que es un bien limitado y que debemos cuidarlo y mantenerlo en las mejores condiciones posibles.
Pero, ¿es viable el desarrollo con el consumo eficiente de agua?
Ha de serlo, ya que para que haya desarrollo se requiere de agua. Por ello el lema de este año del Día Mundial del Agua es Agua y Desarrollo Sostenible, trata sobre cómo el agua enlaza con todas las áreas a considerar en la creación de un mejor futuro para la humanidad.
Estos factores imprescindibles para un desarrollo sostenible son:
- Alimentación
- Energía,
- Igualdad
- Industria,
- Naturaleza,
- Salud,
- Y, cómo no, Urbanismo
“Urbanismo es Agua”
Hoy, una de cada dos personas en el planeta viven en una ciudad. Y las ciudades del mundo están creciendo a un ritmo excepcional. Las previsiones de futuro muestran que 2.500 millones de personas se mudarán a centros urbanos en el año 2050.
Miles de kilómetros de tuberías conforman la infraestructura hidráulica de cada ciudad. Muchos sistemas de saneamiento y abastecimiento se han quedado obsoletos y numerosas ciudades (medianas y pequeñas) crecen a ritmo tan rápido que las redes de alcantarillado han quedado infradimensionadas.
De manera que por un lado, se acrecienta la presión sobre la demanda del agua por el incremento de la población y por otra, los sistemas de abastecimiento se están quedando obsoletos, lo que puede dificultar su acceso al conjunto de la población.
Por tanto, la gestión del agua ha de evolucionar para permitir su completa disponibilidad a los habitantes de las ciudades. Para ello ha de hacerse más sostenible de lo que es actualmente: Lo que generalmente hacemos es traer agua de fuentes cada vez más alejadas (que conlleva un gasto añadido en infraestructuras y un impacto negativo en el medio) y, paradójicamente, el agua de precipitación, la expulsamos, con unos costes asociados, un perjuicio en el medio natural y un desgaste de las redes de colectores.
Incorporando los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible en la Gestión Integral del agua urbana, podemos hacer que, lo que actualmente es un problema (las aguas pluviales que hay que evacuar) se convierta en un recurso a emplear para una demanda de agua que está creciendo rápidamente.
Mediante la recolección de lluvia se puede incrementar la disponibilidad de agua para multitud de usos, como el riego o el baldeo de calles, sin incrementar la captación de fuentes externas y la presión sobre los medios naturales.
Y, mediante técnicas que promueven la infiltración y retención de las pluviales dentro de las ciudades, evitamos vertidos de escorrentía urbana contaminada a masas de agua: Ríos o lagos que pueden ser la fuente de abastecimiento de otras poblaciones aguas abajo.
Así que el día 22, día de reflexión sobre el Agua y el Desarrollo Sostenible, una de las cuestiones que deberíamos plantearnos, sería acerca de cómo los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible podrían acercarnos a una mejor gestión del agua, en un futuro inmediato.